Lactancia materna y alimentación

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Foto: Argentina – Ricardo Bernabeu

Hasta los seis meses, la leche materna es todo lo que el bebé necesita para estar bien alimentado. Después de esta edad, es necesario dar la leche de pecho y también otros alimentos. Poco a poco, el bebé aprende a experimentar modos de preparación: blandos, duros, líquidos o espesos. Esto contribuye a su desarrollo.

Dar al bebé nuevos alimentos exige atención, cuidado y paciencia por parte de la madre o de quien cuida al bebé. Al principio, los bebés necesitan comidas más pastosas y blandas, pues todavía no saben masticar.

Los alimentos se deben dar en cantidad que va aumentando poco a poco. Es importante comprobar la aceptación por parte del bebé, sin prisa, hasta que esté satisfecho.

Una buena parte de los bebés puede rechazar los alimentos. No significa que no le ha gustado; es que encuentra extraño un sabor que no conoce. En otro momento, podrá aceptar el mismo alimento que antes ha rechazado. Es necesario dar al bebé el alimento de nuevo, pero sin forzarlo a comer.

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Foto: Arquivo Pastoral da Criança

Los primeros alimentos que se dan al bebé son las frutas y las papillas.

Las frutas son una importante fuente de vitaminas, y se pueden dar con cucharita, aplastadas o ralladas. Dar siempre preferencia a las frutas regionales o de la temporada, que son más frescas y más baratas. Dar frutas es mejor que dar jugos.

Es necesario lavar bien las frutas antes de darlas al bebé.

La papilla se puede hacer con:

• cereales, como arroz, maíz, avena;

• legumbres, como frijoles, guisantes (arvejas, chícharos), garbanzos, lentejas;

• carne o huevos: vaca, pollo, menudos (vísceras), yema de huevo;

• raíces, como mandioca (yuca), patata (papa), ñame, batata (boniato, patata dulce);

• hortalizas como col, zanahoria y calabaza;

• como condimentos se pueden utilizar cebolla, cebollita de verdeo, perejil, ajo y un poco de sal. Además de dar sabor, los condimentos son una importante fuente de vitaminas.

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Foto: Pedro Serápio

Todos los alimentos nuevos, frutas o papillas, se deben introducir poco a poco, uno cada vez. Se debe comenzar dando pequeñas cantidades, de una a dos cucharitas de té al día. Aumentar cada día un poquito, observando cómo el bebé lo acepta.

Para que estén blandos, los alimentos de la papilla deben estar bien cocidos. Usar poca agua para que los alimentos no pierdan las vitaminas y otros nutrientes, como hierro y calcio. A la hora de dar al bebé, la madre debe aplastarlos bien con un tenedor, nunca usar la licuadora o batidora. No aplastar todos los alimentos juntos, para que el niño pueda conocer el sabor de cada alimento. Así, la comida queda pastosa, sólida y colorida, estimulando la masticación y los sentidos del bebé.

Comenzar dando la papilla a la hora del almuerzo. Solamente se dará papilla a la hora de la cena cuando el bebé está aceptando bien la del almuerzo. Las frutas se pueden dar como merienda, tanto por la mañana como por la tarde.

El bebé debe mamar, por lo menos, dos veces al día. El tiempo entre las comidas es diferente para cada bebé, pero es más o menos, de dos a tres horas.

La leche materna se debe mantener hasta, por lo menos, los dos años de edad, incluso después de que el bebé ya come nuevos alimentos.

Otros alimentos importantes para el bebé

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Foto: N. A. Neumann

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Foto: N. A. Neumann

El hígado (de vaca o de gallina, pollo) debe darse a partir de los seis meses. Es una fuente rica de hierro y vitamina A. Debe estar bien fresco, sin olor y con un color vivo. El hígado de pollo se debe cocer y añadir a las papillas de dos a tres veces por semana. El hígado de vaca ya se puede dar frito o cocido, con puré, polenta, etc. Es necesario probar qué formas de preparación acepta mejor el bebé.

La yema de huevo es una fuente de proteína y vitaminas A y D. Se puede dar cocida, comenzando con una cuarta parte de ella, hasta que el bebé se coma una yema entera. Si no hay señal de intolerancia, como diarrea, vómito y alergia en la piel, se pueden dar hasta dos yemas por semana, bien aplastaditas y siempre mezcladas con otro alimento (puré, papilla).

Los frijoles, una vez cocidos y condimentados suavemente (sal, cebolla, ajo, aceite), se aplastan con un tenedor. Se pueden dar puros o con arroz, polenta, patatas (papas), harinas.

La polenta es un plato que se prepara con harina de maíz. Normalmente el bebé la acepta bien, principalmente si se acompaña con caldo de frijoles o salsa de carne.

Variando la oferta de alimentos

En el séptimo mes el bebé ya puede tomar su primer “pedazo de carne”. Debe ser un pedazo grande, consistente y preferentemente asado. Este pedazo se debe colocar en la mano del bebe para que lo chupe y saboree a su gusto, bajo la mirada atenta del responsable.

Al cumplir el octavo mes, el bebé ya puede comenzar a comer la comida de la familia, pues ya está probando los nuevos alimentos desde el sexto mes. En esta edad, el arroz con frijoles y el cocido de carne con legumbres todavía se deben aplastar, aunque menos triturado que en las primeras papillas.

Un plato bien variado, de colores, además de llamar la atención del bebé, le permite conocer los sabores de todos los alimentos y le proporciona diversas vitaminas y nutrientes que el bebé necesita.

Las frutas ricas en vitamina C, como la naranja, papaya, acerola, limón, guayaba y mango, junto con las comidas, ayudan al organismo del bebé a aprovechar mejor el hierro de los alimentos, previniendo la anemia (Vea más detalles en la página 36 de este Manual).

Una buena conversación con la madre sobre la variedad de alimentos que existen en la región puede ayudar a escoger una alimentación más saludable. Es importante tener cuidado para que la hora de las comidas no se transforme en un tiempo de chantaje y angustias. No se debe forzar ni pegar al bebé para que coma.

Solamente una alimentación variada asegura todo lo que el bebé necesita, favoreciendo la formación de buenos hábitos alimenticios.

Es importante que el bebé coma la cantidad que desea y que pueda investigar el alimento con las manos, y que intente usar la cuchara y el vaso si lo desea. En la etapa en que está, le gusta tocar y agarrar todo, y esto le va ayudando a aceptar mejor los nuevos alimentos.

En el Cuaderno del Líder:

• para responder la pregunta 3 del Cuaderno del Líder, es necesario que el Líder pregunte, en cada visita, lo que el niño ha estado comiendo en los últimos días. En base a las respuestas es posible rellenar a qué edad el niño comenzó a recibir cada uno de los alimentos de la lista de esta pregunta.

• para responder a la pregunta 4 del Cuaderno del Líder, basta que el líder verifique en la pregunta 3 si el niño ha recibido algún alimento o líquido antes de cumplir los seis meses. En caso de que el niño ha recibido solamente leche del pecho de la madre, coloque [X] en Sí. Note que responderá esta pregunta solamente el mes en que el bebé cumple 6 meses.

Lo ideal es que el bebé no reciba agua, té, jugo y otros alimentos antes de los seis meses. En caso de que el bebé haya comenzado a recibir estos alimentos antes de los seis meses, líder, debe intentar convencer a la madre para que deje de dar estos líquidos o alimentos, basado en las informaciones de este Manual.

“Pórtense como el criado fiel y sensato, a quien el amo pone al frente de su servidumbre para que les dé de comer a su debido tiempo. Dichoso ese criado si, al llegar su amo, lo encuentra haciendo lo que debe”. Mateo 24,45-46

Anemia por falta de hierro

Foto: Eli Pio

La anemia por falta de hierro es el mayor problema nutricional en el mundo y afecta a gran parte de los bebés. El hierro es un nutriente esencial para la vida y actúa principalmente en la fabricación de glóbulos rojos de la sangre y en el transporte del oxígeno a todas las células del cuerpo. La falta de hierro disminuye la resistencia del cuerpo, dejando al bebé más expuesto a infecciones.

En los niños, la anemia por falta de hierro se produce por la baja ingesta y porque las necesidades del organismo son grandes. La anemia aparece más frecuentemente en bebés que toman leche artificial o después de los seis meses de edad, incluso en aquellos que reciben amamantamiento materno.

Atención Los bebés que han nacido prematuros o con bajo peso necesitan de mayor atención, porque tienen menos reserva de hierro.

Foto: Argentina – David Forte

Los bebés sanos, que solamente reciben leche materna del pecho de la madre hasta el sexto mes de vida, no necesitan ninguna forma de suplemento de hierro hasta que comienzan a tomar otros alimentos.

Cuando la lactancia del niño se hace con leche de vaca natural, el riesgo de la deficiencia de hierro es mayor, ya que en este tipo de leche la cantidad de hierro también es baja y el aprovechamiento por el cuerpo es bajo.

Líder, usted dispone de otras informaciones sobre una alimentación sana en las páginas 34, 35, 36, 37 y 38 de este Manual.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que todos los bebés con más de seis meses reciban suplemento de hierro. Líder, verifique si los bebés que tienen más de seis meses reciben este suplemento. Esto es muy importante para su desarrollo.

“Pero también ellos deben orar al Señor para que les conceda poder dar alivio y encontrar remedio para salvar una vida. Peca en la presencia de Áquel que lo creó el que no se somete al tratamiento del médico.” Eclesiástico 38, 14-15 Argentina –

Vacunas

Líder, si algún bebé está con la vacunación atrasada, oriente a los padres para que lo lleven al Servicio de Salud, para recibir las dosis que le faltan para su edad.

Líder, en algunos países el niño precisa recibir suplemento de Vitamina A. Pregunte en el Servicio de Salud si este suplemento se recomienda en su país.

En el Cuaderno del Líder:
• En la pregunta 18, anote [S] (Sí) si el niño está con la vacunación completa, al día, para su edad.

Cómo el bebé puede aprender y desarrollarse

Foto: Eli Pio

¿Los padres o la persona que cuida siempre al bebé, le ofrecen oportunidad para que se relacione con otras personas?

Los cuidados, el amor y la atención de la madre y el padre hacen que el bebé pueda reconocerlos bien y sentirse seguro con ellos. Así, con la ayuda de los padres, el bebé puede aprender a confiar y a relacionarse con otras personas de la familia y con amigos próximos. Pero es necesario ir despacio, respetando el recelo que algunos bebés sienten de las otras personas que no forman parte de su día a día.

Al bebé le gusta mucho jugar a encontrar el rostro de las personas o de cualquier cosa que se esconda delante de él. Con esto, aprende que las personas y las cosas existen, aunque no las está viendo. Así, él aprende a convivir en ausencia de la madre, del padre y de otras personas importantes para él.

Foto: J. R. Ripper

¿Las personas de la familia animan al bebé a jugar con los objetos?

Al bebé le sigue gustando tener siempre a alguien cerca. Para que el bebé sienta interés por los objetos, necesita ayuda de las personas. Esta ayuda consiste en que la persona también demuestra interés por los objetos que ofrece al bebé. Jugando con los objetos, el bebé pide menos la presencia de los adultos, y también aprende otras cosas.

Así, aumenta la curiosidad del bebé, que comienza a moverse y agarrar todo lo que tiene cerca. Usa sus manitas cada vez mejor – aprende a agarrar cosas pequeñas entre los dedos pulgar e índice. Él, agarra, muerde, aplasta, rasga, tira y golpea las cosas, experimentando y aprendiendo cómo son.

Siempre que el bebé quiere agarrar las cosas que pertenecen a un adulto y que son peligrosas, o quiere hacer algo que no puede, los padres deben distraerlo y llevarlo a otro lugar. El bebé todavía no entiende muchas explicaciones y está comenzando a entender lo que significa la palabra “No”. Si el bebé insiste, se le debe retirar, apartar con firmeza, distraerlo, pero nunca se le debe pegar, golpear.

Foto: J. R. Ripper

¿El bebé agarra objetos y juega con ellos golpeando, tirando, rasgando?

Jugando con los objetos, el bebé aprende que cuando hace una cosa ocurre otra. Por ejemplo: golpea una olla con la cuchara y hace ruido, aprieta el botón de la radio y se oye música. Como él ya sabe agarrar y soltar, le gusta jugar agarrando las cosas y tirándolas al suelo (piso), para ver cómo caen. Así, aprende que un objeto cae más rápido, otro más lentamente; unos hacen ruido, otros no. A veces, se necesita paciencia para devolver al bebé lo que ha tirado al suelo.

Atención La familia necesita guardar en un lugar seguro botones, clavos, alfileres y semillas, porque a partir de esta edad el bebé ya consigue agarrar objetos pequeños y colocarlos en la boca, nariz y oído. Un bebé con mal olor o secreción en la nariz o en el oído puede haber metido alguna cosa dentro de ellos. Es necesario llevarlo al Servicio de Salud, porque intentar sacarlo en casa puede empeorar la situación.

Foto: Archivo Pastoral de la Primera Infancia – Colombia

¿Las personas de la familia se comunican con el bebé de diversas maneras, usando sonidos, gestos, palabras?

El bebé comienza a entender lo que le dicen todos los días, por ejemplo: “Ven aquí”, “Di adiós”. Primero entiende lo que las personas hablan, después aprende a hablar.

El bebé presta atención a las conversaciones de otras personas e intenta imitar lo que ellos dicen. Es bueno que las personas hablen con el bebé y hagan sonidos como: “ma-má”, “pa-pá” y esperen a que él los repita. La familia también puede hacer varios juegos con sonidos, como imitar el ruido de los animales, de coches, de aviones. Al jugar con el bebé a aplaudir (dar palmadas), decir adiós, hacer gestos, por ejemplo, los padres están enseñando al bebé otras formas de comunicarse.

Cuando las personas usan varias formas de comunicación, permiten que el bebé refuerce lazos y también se comunique con ellas, aunque el bebé presentara algún problema sensorial, por ejemplo, en la audición.

El bebé necesita estar en el suelo para intentar moverse por cuenta propia.

Foto: J. R. Ripper

Él intenta alcanzar todo lo que le colocan cerca: unos bebés van a rodar, otros se van a arrastrar y otros van a gatear para alcanzar las cosas. Los padres tienen que preocuparse de que los lugares en que el bebé está, sean lugares seguros, porque el bebé todavía no ha aprendido que no puede tocar ciertas cosas o ir a ciertos lugares.

Atención Los enchufes eléctricos, escaleras, el cable de la plancha son objetos peligrosos porque el bebé puede alcanzarlos. Es necesario también guardar los productos de limpieza y medicamentos en un lugar cerrado y que el bebé no pueda alcanzar. Si el bebé toma un producto de limpieza o un medicamento, se le debe llevar, con urgencia, al Servicio de Salud.

A esta edad, además de una buena noche de sueño, los bebés todavía necesitan dormir de día. Los padres necesitan descubrir la forma de tranquilizar a su bebé y la que a él le gusta más para volverse a dormir, y procurar repetirla siempre del mismo modo. La repetición es una de las maneras para que el bebé aprenda y la rutina también ayuda a darle seguridad.

“Hazme sentir tu amor cada mañana, que yo confío en ti; indícame el camino que he de seguir pues me dirijo a ti.” Salmo 143,8 J. R. Ripper 192

Higiene

Foto: Teotônio Roque

Los líderes deben orientar a los padres a realizar siempre la higiene de la boca del bebé, principalmente al comenzar con los nuevos alimentos. No es necesario endulzar los alimentos que se le dan al bebé. El azúcar es una de las principales causas de las caries en los dientes. Cuanto más tarda un niño en consumir azúcar, menos probabilidades tiene de tener caries.

Si los alimentos se preparan con higiene, evitamos enfermedades como la diarrea. Por eso es necesario lavarse siempre las manos antes de preparar los alimentos, tener cuidado al guardarlos, evitar el contacto con las moscas y dar siempre agua potable, hervida o filtrada.

Como el bebé necesita estar en el suelo para moverse con libertad, ahora se ensucia más. Por eso, el baño diario es muy importante. También es un buen momento para conversar con el bebé y tocarlo con cariño. Así, además de limpiarlo, el baño tranquiliza al bebé.

Atención El bebé no puede estar solito en el baño, ni siquiera un minuto. El riesgo de que se caiga o se ahogue es grande.

Diarrea y deshidratación

Foto: Argentina – Verónica Megna y Ana Bisignano

La diarrea es una caca blanda, aguada y en número de veces mayor que lo habitual. La diarrea puede ir acompañada de vómitos. La diarrea y los vómitos son la manera que nuestro organismo usa para echar fuera algo que hace mal, como venenos y alimentos en mal estado o contaminados. Por eso, no se deben dar medicamentos para cortar la diarrea.

Los medicamentos solamente se deben dar con receta médica. Los medicamentos para la diarrea, en general, se recetan solamente cuando las heces (caca) del bebé tienen sangre o moco.

La diarrea es una enfermedad que puede ser causada por microbios que contaminan el agua, alimentos, recipientes, las manos de las personas y las cosas que ellas usan para preparar los alimentos. Las moscas, las cucarachas, las ratas, entre otros bichos, llevan los microbios desde la basura al interior de la casa.

La diarrea se extiende más fácilmente en lugares donde el saneamiento básico es deficiente: no se encuentra agua limpia, la basura se deposita en un lugar inadecuado o falta pozo negro y letrina (retrete sanitario). Cuando el bebé comienza a recibir otros alimentos, a llevarse objetos a la boca, a moverse en el suelo, tiene más probabilidades de tener diarrea.

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Cuando el bebé tiene diarrea, es normal que su apetito disminuya. A pesar de todo, se debe continuar dando la alimentación normal. Los condimentos y el aceite se deben mantener. La papilla de arroz es un buen alimento para los niños con diarrea.

Al vomitar o tener diarrea, el bebé pierde líquido y sales minerales de su cuerpo, corriendo el riesgo de deshidratarse. Para prevenir la deshidratación es necesario reponer la cantidad de lo que ha perdido. Esto se consigue dando más líquidos, y también suero casero o envasado, varias veces al día y siempre en pequeñas cantidades.

Atención Si el bebé vomita el suero después de tomarlo, no está reponiendo lo que ha perdido. Si esto ocurre, el bebé debe ser llevado al hospital lo más rápido posible. 

Los bebés que no maman del pecho tienen diarreas más graves y mueren más fácilmente por diarrea y neumonía. La familia necesita tener más cuidado con el bebé que no está mamando del pecho.

Suero casero

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El suero casero se hace con agua, sal y azúcar. Para evitar equivocaciones con las cantidades, la Pastoral de la Niñez utiliza una cuchara-medida para preparar el suero casero. El suero se debe administrar para prevenir la deshidratación o en los síntomas iniciales de ella. El suero casero no corta la diarrea, solamente repone el líquido perdido en las heces (caca) y los vómitos.

Para preparar el suero casero es necesario:

• Un vaso grande (con 200 ml de agua);

• Una cuchara-medida;

• Sal y azúcar.

Después de lavarse bien las manos, llenar un vaso con agua limpia, hervida o filtrada (200 ml). Con la cucharamedida, colocar en este vaso una medida pequeña y rasa de sal, y dos medidas grandes y rasas de azúcar, revolviendo bien hasta disolver la sal y el azúcar.

Además de enseñar a los padres a preparar el suero casero, es necesario orientarlos también para que se lo den en pequeñas cantidades al niño con diarrea, observando señales de la mejoría.

El suero se debe dar con cuchara o en un vaso, y la cantidad preparada se debe tomar dentro de las 24 horas. Si es necesario que el bebé tome suero durante más días, se debe preparar una nueva cantidad cada día.

Algunos niños no quieren tomar el suero. Es necesario explicar a la madre que debe insistir sin forzar. Ella puede conversar con el niño, diciendo que el suero le hará bien, y que así se va a mejorar muy pronto, y que como lo quiere mucho, no quiere verlo enfermito.

Además de tomar el suero, el niño debe continuar con su alimentación normal. Cuando el niño continúa comiendo, sana más rápidamente de la diarrea, no pierde peso y tiene menos complicaciones.

En el Cuaderno del Líder:

• En la pregunta 11 (¿El niño tuvo diarrea en este mes?), anote [S] (Sí) si tuvo diarrea.

• En la pregunta 12 (¿El niño tuvo diarrea, tomó suero y la madre insistió con la alimentación durante la diarrea?, anote [S] (Sí) solamente si el niño tuvo diarrea, tomó suero y la madre insistió con la alimentación, aunque el niño no haya comido. Se puede dar al niño, tanto el suero casero como el suero del Servicio de Salud.

Visita Domiciliaria

En estas visitas es importante:

• Conversar sobre el amamantamiento/alimentación.

• Conversar sobre la importancia de prevenir la deshidratación por medio del suero casero, cuando el niño tiene diarrea.

• Conversar sobre las Señales de Peligro, recordando la Tarjeta de “Lazos de Amor” sobre las Señales de Peligro “Niños de 2 meses a 5 años”, que ya fue entregada a la familia.

Responder a las preguntas del Cuaderno del Líder.