Donde vivimos

Brasil es un país de grandes contradicciones. Su vasto territorio, las riquezas naturales y recursos humanos, lo hacen que sea la 6ª economía mundial, según los datos del Programa de Comparación Internacional, que examina las economías de 146 países. Sin embargo, aún hay mucho que ser hecho en las áreas de la salud, educación y saneamiento.

En 2000, la Organización de las Naciones Unidas – ONU, analizó los problemas mundiales estableció 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio – ODM, que todos los países deben lograr hasta 2015, Erradicar la pobreza extrema y el hambre; lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer; reducir la mortalidad infantil; mejorar la salud materna; combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades; garantizar el sustento del medio ambiente; fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

El Informe de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de 2013*, lanzado por el secretario eneral de la ONU, Ban Ki-moon, en Ginebra, afirmó que América Latina está en camino de cumplir la meta de reducir a la mitad la proporción de personas que sufren hambre para el año 2015. La proporción de personas desnutridas en la población se redujo del 15% en 1990-92 al 8% en 2010-2012. En los mismos períodos, en África Subsahariana, la reducción fue de 32% para 27% y en el Suroeste de Asia, d 30% para 11%, este último abajo de la meta estipulada para 2015, que es de 15%.

A través de este informe es posible saber que el acceso a la educación primaria ha aumentado en América Latina y el Caribe, con un incremento neto en la tasa de matrículas en las escuelas del 88%, en 1990, al 95%, en 2011. El número de niños en edad escolar que no asisten a la escuela disminuyó de 7 a 3 millones y la región logró la igualdad en la educación primaria entre niños y niñas. En los mismos períodos, en África Subsahariana las tasa de matrículas fueron del 53% para 77% y en el Suroeste de Asia de 93% para 96%.

América Latina y el Caribe también están muy cerca de alcanzar la meta de reducir la tasa de mortalidad infantil, disminuyendo en 64% las muertes de niños menores de cinco años entre 1990 y 2011. En África Subsahariana y en el Suroeste de Asia se redujo 39% y 47%, respectivamente.

Los países en desarrollo, como un todo, están tratando de alcanzar las metas de los ODM, establecidos por la ONU que deben cumplirse para el año 2015. Como se constata en este informe, se alcanzó una serie de metas para lograr esos Objetivos, entre ellos la reducción de la tasa de pobreza extrema a la mitad. La proporción de personas en la región que viven con menos de 1,25 dólares al día disminuyó del 12%, en 1990, al 6%, en 2010. En África Subsahariana la reducción en los mismos períodos fue de 56% para 48% y en Suroeste Asiatico de 45% para 14%, superando una vez más la meta para 2015, que es de 21%.

A través de su trabajo, la Pastoral da Criança está contribuyendo para que Brasil y más 20 países de África, Asia y América Latina logren las metas de reducir la mortalidad infantil y materna.

Informe de la ONU sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio

La situación de los niños

A pesar de las mejoras en las tasas de pobreza, educación y mortalidad, todavía existen muchas desigualdades sociales que afectan especialmente a las mujeres y los niños. La Pastoral da Criança enfoca su trabajo para niños de 0-6 años de edad, de preferencia los más pobres en cada estado del Brasil y de los 20 países de tres continentes.

En todas las regiones de Brasil y en los países donde la Pastoral da Crinaça trabaja hay problemas como la anemia, el sobrepeso y la obesidad, que están llegando a los niños de todas las clases sociales. Por lo tanto la institución adaptó su foco, que antes era la desnutrición, para el problema actual de la obesidad. Así la Pastoral da Criança orienta a las familias acompañadas sobre la importancia de los cuidados en los primeros 1.000 días de vida, que pueden influir en la salud de una persona para siempre. También se da orientaciones a través de los proyectos de Alimentación Saludable y Acompañamiento Nutricional, este que se está desarrollando solo en Brasil.

En la tabla abajo se muestran los porcentajes de niños pobres en cada estado de Brasil:

 

Estado Total de niños de 0 a 6 años Porcentajes de niños pobres
RONDÔNIA 155.174 55,4
ACRE 93.647 73,5
AMAZONAS 448.763 74,1
RORAIMA 57.420 68,2
PARÁ 891.514 77,3
AMAPÁ 83.824 66,7
TOCANTINS 148.735 66,2
MARANHÃO 769.843 82,9
PIAUÍ 300.281 78,3
CEARÁ 779.173 77,3
RIO GRANDE DO NORTE 287.031 71,1
PARAÍBA 350.989 76,8
PERNAMBUCO 819.938 75,8
ALAGOAS 328.340 80,2
SERGIPE 203.982 74,4
BAHIA 1.289.041 75,9
MINAS GERAIS 1.550.017 53,3
ESPÍRITO SANTO 295.949 51,1
RIO DE JANEIRO 1.198.738 48,4
SÃO PAULO 3.236.424 36,8
PARANÁ 864.784 39,4
SANTA CATARINA 491.283 27,6
RIO GRANDE DO SUL 783.196 40,6
MATO GROSSO DO SUL 231.570 50,2
MATO GROSSO 295.681 47,9
GOIÁS 531.106 46,6
DISTRITO FEDERAL 228.597 35,3
BRASIL 16.715.040 56,6

 

 

De acuerdo con los datos de la ONU, hoy 48% de los habitantes de la África Subsahariana viven con menos de 1,25 dólares por día, así como el 14% de los que viven en Suroeste Asiatico y 6% de los latino-americanos. La Pastoral da Criança expandió su metodología para los países pobre de estas regiones.

Asia: Timor-Oriental y Filipinas

África: Angola, Mozambique, Guinea, Guinea-Bissau y Santo Tomé y Príncipe

América Latina y el Caribe: Mexico, Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá, Colombia, Perú, Bolivia, Argentina, Uruguay, Paraguay, República Dominicana y Haiti.

La implantación de la Pastoral da Criança se desarrolla en cada país de acuerdo con un cronograma de organización, denominado “Fases de Implantación” divididas en: Inicial, Implantación, Expansión, Consolidación y Autonomia. Son definidas metas a seren logradas para que la Pastoral da Criança de ese país puede crecer y llegar a más hogares más pobres.

Conoce los mapas de la Pastoral da Criança

 

El niño: la prioridad absoluta

Las mejores experiencias en el área de la infancia y de la garantía de sus derechos están relacionadas con las acciones que se centran en la familia y la comunidad como el espacio privilegiado del desarrollo infantil. Por eso, la acción de la Pastoral da Criança en las comunidades promueve y fortalece los vínculos familiares y comunitarios dejando el niño como prioridad absoluta, con el cuidado y la atención especial que el necesita,

Inspirada en este concepto de la Centralidad de la Niñez y en el Documento de Aparecida, de 2007, la Pastoral da Criança participa, junto con el Consejo Episcopal Latinoamericano- CELAM y Visión Mundial, del proyecto "Centralidad de la Niñez", que tiene como objetivo crear una red de interacción constante para la promoción de la vida plena y el desarrollo integral de los niños en América Latina y el Caribe

La iniciativa refuerza que la infancia, como la primera etapa de la vida, es una maravillosa oportunidad para establecer los fundamentos de la fe.

Puntos de Atención

A lo largo de 30 años, la Pastoral da Criança ha desarrollado con éxito su metodología de acompañamiento de niños y gestantes en  comunidades pobres. Las acciones básicas de salud, complementadas con políticas públicas adecuadas y oportunidades para el desarrollo del niño, salvaron y continuan a salvar miles de vidas.

La Reunión de Reflexión y Evaluación (RRE) es realizada mensualmente por los líderes de la Pastoral da Criança. En este momento ellos llevan algunos puntos de atención, que son situaciones relacionadas a los niños, como: la falta de lactancia materna, bajo peso al nacer, mortalidad, obesidad, desnutrición, diarrea; y las situaciones relacionadas a las gestantes, como: pocas visitas domiciliarias, atención prenatal, la falta de registro, la falta de mujeres embarazadas y problemas en el parto.

Conscientes de eses puntos de atención, los líderes los discuten para comprederen las causas y buscan modos de solucionarlos. Si no lograren una solución, los líderes deben buscar apoyo en otras instancias de la Pastoral da Criança.

Para ayudar a solucionar estos puntos de atención, vemos la necesidad de más información sobre los primeros 1.000 días de vida de un niño. Con base en estudios del epidemiólogo británico David Barker, es posible afirmar que el sufrimiento del feto durante el embarazo y la mala alimentación del niño en los dos primeros dos años de vida pueden traer serias consecuencias para su salud en la edad adulta, que se reflejan hasta la tercera generación. Al sufrir privaciones de alimentos en los "primeros mil días", una mujer puede dejar como herencia a sus hijos y nietos una tendencia a ciertas enfermedades, aunque incluso en el futuro pasaran a tener una buena nutrición.

Según la Teoria de Barker, los cuidados adecuados en la etapa inicial de la vida pueden evitar el desarrollo de la obesidad, la osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares.

Motivación permanente

Al entrar en la Pastoral da Criança, los voluntarios se alimentan de grandes expectativas y sentimientos positivos acerca de la situación de los niños. Sin embargo, a medida que se van enfrentando a las dificultades, se dan cuenta que el trabajo realizado es insuficiente para transformar la realidad social de la exclusión a la que los niños y sus familias están sometidos. Reconocen que se enfrentan a demandas equipados con recursos escasos, lo que impide el logro de algunos resultados esperados.

Todo esto influye negativamente en la motivación para continuar el trabajo. Por eso, para realizar el trabajo, los líderes necesitan de una fuerte motivación personal, además de contar con una buena relación y el apoyo de los otros líderes y familias, de las coordinaciones de la Pastoral da Criança y de las diferentes fuerzas sociales.

Búsqueda de soluciones

Después de evaluar las causas de los Puntos de Atención, los líderes pueden encontrar soluciones con las fuerzas locales o dirigirlas al nivel superior. A partir de las necesidades de los niños en situación de vulnerabilidad, la Pastoral da Criança promueve redes para multiplicar las iniciativas de cuidados y protección de los niños y las gestantes en la familia.

Estas acciones necesitan complementarse con políticas públicas de salud, acceso a la alimentación saludable, educación, ocio, deporte y cultura, saneamiento ambiental y básico, asistencia social, ofrecidos con calidad y equidad