Cómo puede aprender y desarrollarse el bebé

El bebé comienza a darse cuenta de que tiene un nombre y lo demuestra cuando mira a alguien que lo llama. Empieza a conocer a otras personas de la familia y le gusta quedarse junto a ellas. Sonríe, agita los bracitos, mueve el cuerpo. Le gusta agarrar la mano y tocar su rostro. La convivencia con los abuelos, tíos y hermanos mayores también ayuda al desarrollo del bebé.

Ante personas extrañas el bebé puede llorar o ponerse tímido o desconfiado. Esto demuestra que ya percibe que no conoce a esa persona o que no está siempre con ella.

El bebé reacciona ante la separación de la madre y, generalmente, llora cuando se queda solo. Los padres y las personas de la familia pueden descubrir maneras de realizar las tareas de la casa dejando al bebé, siempre que sea posible, cerca de ellos.

Los padres y las personas de la familia pueden crear varias oportunidades para que el bebé oiga e identifique los sonidos. Hacen esto cuando prestan atención y repiten los sonidos que hace el bebé, cuando colocan cerca de él objetos que producen sonidos diferentes. El bebé agarra, juega, golpea alguna cosa con otra para oír el ruido.

El bebé tiene otras maneras de comunicarse. Antes, solo hacía ruidos con la garganta; ahora empieza también a hacer sonidos con sus labios. Da grititos, hace “m, m, ma, ma”; “p, p, pa, pa”. Le gusta repetir y oír su propia voz. Cuando actúa así, demuestra que está empezando a aprender a hablar. Si las personas de la familia repiten los sonidos que el bebé hace, le están ayudando a aprender
a hablar.

Yo hablo de lo que he visto estando junto a mi Padre; así también sus acciones manifiestan lo que ustedes han oído junto a su padre.
Juan 8, 38

A esta edad el bebé empieza a interesarse por los objetos. Pero, para que esto suceda, necesita que otras personas le ayuden. Es necesario que coloquen cerca de él objetos variados, animando a que el bebé les ponga atención.

Haciendo esto, las personas también ayudan al bebé a coordinar sus movimientos con sus sentidos como su visión, audición, tacto. El bebé mira, coloca en la boca, muerde, lame, tira. Así siente cómo son las cosas: duras, blandas, ligeras, pesadas, ásperas, lisas.

El bebé necesita que lo coloquen sentado, con apoyo, para no caerse hacia adelante o hacia los lados. Así, va aprendiendo a sentarse solito. Esta nueva posición le ayuda a ver y agarrar más cosas, y a prepararse para ponerse de pie.

A esta edad ya se le puede poner en el piso bien limpio o sobre un petate en el suelo, para que se pueda mover más. Así puede aprender a voltearse y a rodar sobre sí mismo, hacia los dos lados, sin peligro de caerse.


No dejar al bebé solito en lugares donde pueda dar vueltas y caerse, ni dejar objetos peligrosos cerca de él, como bolsas plásticas, pues se puede atragantar y asfixiar.

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