HISTORIAS, CUENTOS…

¿Qué es lo que sentimos cuando oímos cuentos? ¿Qué es lo que despiertan en nosotros? ¿Qué es lo que despiertan en los niños? ¡Qué importante es en la formación de un niño oír muchas historias! Oír historias es un momento mágico, de encanto; es también un estímulo para que el niño aprenda a leer. Historias contadas por la mamá, el papá, los abuelos, por la noche en el borde de la cama, en un día de lluvia, debajo de un árbol, tumbados en una red, en una hamaca agradable. Historias contadas a varios niños colocados en círculo. Historias de hadas, pasajes de la Biblia, cuentos inventados, cuentos de libros, casos de la comunidad. ¡Cuántos modos de contar o leer historias a los niños, para verlos reír, preguntar, asustarse, calmarse, dramatizar, repetir, inventar…

Oír y contar cuentos es estimular la imaginación, es tener la curiosidad satisfecha al tener la respuesta a tantas preguntas, es descubrir otros lugares, otros tiempos. Al oír los cuentos, los niños participan de los problemas y dificultades de los personajes y se dan cuenta de que estos problemas se pueden resolver o no. Pueden sentir emociones importantes como tristeza, rabia, alegría, miedo, inseguridad, y muchas otras más. Así se van conociendo mejor, aprenden a enfrentarse con límites, encontrando ideas, soluciones para problemas, viendo cómo vencer desafíos.

Oír y leer cuentos, también es desarrollar el espíritu crítico de los niños, es permitir que piensen, que duden, que pregunten, que critiquen lo que se ha leído o contado, que tengan sus propias ideas, que formen su opinión.

Un buen cuento tiene que encantar, captar la atención, hablar de cosas y casos interesantes, que tengan relación con la vida y el nivel de comprensión de los niños, y también aportar novedades para despertar la curiosidad y estimular la imaginación. No debemos tener la preocupación de contar cuentos con el objetivo de transmitir conocimientos o dar lecciones de moral. Queremos que los niños oigan cuentos y vean libros por el placer que esto les da, para que puedan tomar gusto por la lectura.

Como vivimos en una sociedad en la que las personas se comunican mucho a través de cosas escritas, el niño tiene que estar en contacto con letras y números desde pequeño, para que se interese y quiera aprender a leer. Por esto, animamos a que se consigan libros para los niños. Aunque podemos contar cuentos sin libros, éstos son importantes porque estimulan el gusto por la lectura y también el interés por los dibujos e ilustraciones.

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