Introducción

Los juegos infantiles son fundamentales en el proceso de desarrollo y sirven de apoyo en el aprendizaje que involucra las habilidades motoras, cognitivas, sociales y afectivas de los niños. La familia debe alentar a los niños a jugar una variedad de juegos y crear momentos lúdicos, interactivos y alegres, especialmente en los primeros mil días de vida.

Los juegos que se realizan en el ámbito familiar favorecen el desarrollo y hacen que los niños sean más creativos, felices y espontáneos, y además valoran a la familia como lugar de convivencia, diálogo y armonía.

Cuando se juega y en los juegos, el niño aprende, interactúa con otras personas y se comunica mejor. Al jugar, desarrollan un interés por aprender, se vuelven más activos y están listos para enfrentar desafíos. Según Vygotsky (1991), "el juego se entiende como la actividad social de un niño, cuya naturaleza y origen específicos son elementos esenciales para la construcción de su personalidad y comprensión de la realidad en la que se inserta".

El niño necesita jugar, tener placer y alegría para aprender y desarrollarse; Juegos con juegos, cuentos, poesía, música, favorecen el equilibrio y las relaciones entre las personas de la familia y la comunidad. Fomentar los juegos y jugar  favorecen el desarrollo e involucran todos los aspectos físicos, emocionales, sociales e intelectuales.

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