Hablando sobre la embarazada

En este trimestre, la embarazada se siente mejor, más dispuesta y alegre, porque su cuerpo ya se va acostumbrando a los cambios provocados por el embarazo.

Es normal, en esta etapa, que aparezca una línea oscura, que va desde la parte inferior del vientre hasta el ombligo. En la cara pueden aparecer manchas oscuras. Para que estas manchas no aumenten, es bueno que la embarazada se proteja de los rayos de sol con una gorra, sombrero o sombrilla.

En el quinto mes, la mamá comienza a sentir los movimientos del bebé cada vez más intensos. Él empieza a estar más activo a determinadas horas del día y también pasa por momentos de reposo.

En el sexto mes, el vientre aumenta de tamaño y el embarazo se nota muy bien. La embarazada aumenta de peso un poco cada mes.

Motive a la embarazada para que pregunte por la medida de la altura uterina y por su peso, durante la cita de control prenatal.

Si engorda mucho, puede tener dolor en la columna y estrías en los senos y en la barriga. Si las estrías producen picazón, es bueno que se aplique una pasta hecha con un poco de agua y almidón de maíz (maicena) o de yuca, en el vientre y los pechos.

Anime a los papás a que continúen platicando con el bebé y vayan buscando un nombre significativo para ninõ o para niña. Cuando este bebé no es el primer hijo, es bueno que hagan participar a los otros hijos de estas pláticas. De esta forma, los niños aceptarán mejor la llegada del nuevo hermano y evitará que se sientan rechazados o abandonados después del nacimiento del bebé.

Durante el embarazo, algunas parejas sienten que el deseo sexual aumenta y otras sienten pocas ganas de tener una relación sexual.

La pareja puede continuar manteniendo relaciones sexuales. Solo hay que evitarlas si la embarazada no tiene deseos, sangra, si pierde líquido o si tiene dolores fuertes.

                Que su amor no sea una farsa; aborrezcan lo malo y
              apéguense a lo bueno. Ámense de verdad unos a otros
                     como hermanos y rivalicen en la estima mutua.
                                                                        Romanos 12, 9–10

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