Conversando con la embarazada y su familia

El embarazo es un tiempo de muchos cambios para la mujer, en su cuerpo y en su humor. Puede estar más sensible, por eso, debe ser tratada con cariño y delicadeza.

Cuando el esposo y otras personas de la familia entienden lo que la mujer siente durante este período del embarazo, pueden ayudarla para que disfrute de un embarazo saludable y feliz.

La primera ayuda del animador es acoger a la embarazada y a su compañero, escuchando sus sentimientos sobre el embarazo. Muchas parejas se alegran, pues ya se preparaban para tener un bebé. Sin embargo, otras pueden sentir miedo, ansiedad y preocupación, pues no estaba en sus planes un embarazo en aquel momento. Otras, además, pueden preocuparse por las dificultades que
tendrán que enfrentar o sienten miedo de no saber cuidar bien al bebé.

Todas las embarazadas necesitan su acompañamiento, aunque tengan otros hijos porque cada embarazo es diferente.

Algunas mujeres, en su primer embarazo, pueden sentir vergüenza o pensarque el acompañamiento prenatal no es importante porque se sienten bien. Algunas embarazadas que ya tienen otros hijos pueden pensar que no es necesario hacer el prenatal de nuevo.

Es común que las adolescentes oculten su embarazo por miedo a la reacción del compañero, padres, familiares y amigos. Durante la visita domiciliaria, oriente a la familia sobre la importancia de su apoyo y comprensión, para que la adolescente viva su embarazo con serenidad, responsabilidad y amor.

Es muy importante el bienestar de la adolescente embarazada, que se sienta segura y confiada para el buen desarrollo del embarazo y para la salud del bebé. Ella necesita la ayuda de todos para valorar la vida que lleva en su vientre y sentirse responsable de ella.

Las embarazadas que no tienen esposo necesitarán más su ayuda, porque pueden sentir la falta de alguien con quien compartir sus alegrías y dificultades.

Las investigaciones indican que, para reducir la mortalidad infantil, es decir, la muerte de niños menores de un año, hay que prestar más atención a las embarazadas:

• pobres

• sin compañero

• de baja escolaridad

• con dos hijos o más

• menores de 20 años

• con presión alta o diabetes

• que han perdido un bebé en un embarazo anterior o a un hijo menor de un año

• que viven violencia intrafamiliar

• que fuman

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