Lactancia materna

Durante el amamantamiento, el bebé recibe un alimento maravilloso creado especialmente para él y se fortalece el lazo de amor con su mamá. El intercambio de miradas y caricias refuerza la unión entre los dos, conociéndose y queriéndose más.

Observe cómo se relacionan la madre y su bebé durante el amamantamiento. Anime a la mamá a mirar, acariciar y hablar a su bebé mientras le da de mamar. Esto lo hará muy feliz.

Hasta los seis meses, el bebé solo necesita la leche materna. Explique a la madre que los bebés que reciben otro tipo de leche tienen más riesgo de enfermedades graves como la neumonía, diarrea, infecciones de oído, alergia e infección de orina. Además, aumenta la probabilidad de que el bebé abandone la leche materna. Esto no aporta ningún beneficio para su crecimiento.

La leche materna ayuda al crecimiento, refuerza las defensas del cuerpo del bebé y lo mantienen protegido contra las enfermedades.

Cuando el bebé recibe líquidos en otros recipientes, será necesario tener mucho cuidado con la higiene para evitar alguna contaminación.

Cuando entren en una casa, digan primero: Paz a esta casa.
Lucas 10, 5

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