Intoxicaciones o envenenamientos y asfixias

Los niños son muy curiosos. Los accidentes en la infancia, principalmente los domésticos, son comunes y merecen una atención especial por parte de los padres o de las personas que cuidan al niño. Es bueno platicar con la familia sobre algunos cuidados para evitar estos accidentes.

Es importante decir a las familias que un niño no debe cuidar a otro niño, pues en esta situación el riesgo de un accidente es mayor.

Algunos consejos para evitar intoxicaciones o envenenamientos son sencillos y pueden ser fácilmente aplicados en el día a día.

  • Mantener los productos de limpieza y medicamentos fuera del alcance del niño.

  • Nunca cambiar los productos de limpieza de su envase a otros envases o recipientes, como botellas de plástico. El niño se puede confundir.

  • Cuando tiene que dar un medicamento al niño, no decirle que es un caramelo o un dulce. Tener cuidado con las plantas que puedan ser tóxicas.

En caso de intoxicación, llevar inmediatamente al niño al hospital, con el envase del producto o lo que lo haya causado. Así, el tratamiento será más rápido y eficiente. No se debe provocar el vómito de sustancias tóxicas, pues existe riesgo de que el niño lo aspire y esto le cause neumonía.

Para prevenir asfixias, lo más importante es no dejar a los niños sin la vigilancia de un adulto.

En casa, es necesario vaciar los baldes, cubetas y palanganas, después de usar el agua. Los lavaderos para lavar ropa, así como ríos y lagunas, también son peligrosos. Por eso, es necesaria la atención continua de los padres o personas que cuidan al niño.

También conviene platicar con la familia sobre el riesgo de pequeños objetos o pedazos de alimentos que el niño puede tragar porque, si alguno va al pulmón, le puede causar una neumonía grave. En esta edad nunca le dé chicle, elotitos tostados, dulces, huesos de pollo, botones ni monedas.


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