Higiene

La salud de la boca depende de una buena alimentación y de la limpieza. Los padres deben cepillar los dientes después de las comidas, después de comer dulces y antes de dormir.

Es necesario enseñar al niño a cepillarse los dientes de la siguiente manera:

  • De arriba hacia abajo los dientes de la parte de arriba, y de abajo hacia arriba los dientes de la parte de abajo. Realizar este movimiento tanto del lado de fuera de los dientes (junto a la mejilla) como del lado de dentro de los dientes (junto a la lengua).

  •  Limpiando la parte plana de las muelas, con un movimiento de vaivén, en especial las muelas que están detrás .

  •  Cepillando bien la lengua y las encías.

El cuidado y la limpieza diaria de los dientes evita la aparición de caries, que causan dolor e infección y perjudican la salud y la vida normal del niño.

Aunque el niño ya sabe cuidar mejor de su higiene, siempre es importante el acompañamiento de la familia. Hay que prestar atención también a las uñas, mantenerlas cortas y limpias. Las uñas sucias pueden transmitir gérmenes cuando se rasca.

Entre los tres y cuatro años, la niña o el niño ya sabe lavarse y vestirse. Aprende hábitos de higiene cuando la familia mantiene la casa limpia, estimula al niño a hacer su propia higiene, comprueba y felicita al niño cuando lo hace.

Los niños disfrutan con los animales. El contacto con ellos y su cuidado puede ser una forma de aprender a tener obligaciones. Sin embargo, hay que tomar en cuenta algunas precauciones con la higiene del animal y no dejar que duerma con el niño o la niña. Los animales también pueden transmitir enfermedades.

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