A la hora de comer, el niño quiere mostrar que tiene voluntad propia, escogiendo lo que quiere comer. Pero los padres lo deben animar a comer alimentos variados, y dar ejemplo, comiendo ellos también esos alimentos. La hora de las comidas se debe celebrar. Por eso, debe ser un momento de calma y sin discusiones.
Los niños y las niñas necesitan una alimentación que tenga todos los tipos de alimentos:
- granos como el maíz
- cereales como el arroz
- semillas tostadas como la de ayote, el chilacayote, pepitoria etc.
- leguminosas como frijol y soya
- verduras como el güicoy, zanahoria, tomate
- frutas como piña, banano, papaya
- hierbas como bledo, espinaca, acelga, quilete
- huevos y carnes
- leche y sus derivados (mantequilla, queso, requesón)
El calcio dificulta la absorción del hierro. Por eso, es mejor no dar la leche y sus derivados combinados con la carne roja, los menudos (vísceras), las hojas de color verde oscuro
o los frijoles.
La comida preparada en casa siempre tendrá un mejor valor nutritivo que la comida de la calle. Cuando las familias saben combinar bien los alimentos que tienen, podrán tener una alimentación saludable.
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