Suero casero

El suero casero se hace con agua, sal y azúcar. Para no equivocarse con las cantidades, la Pastoral de la Niñez utiliza una cuchara–medidora al prepararlo. El suero se debe administrar para prevenir la deshidratación o en sus síntomas iniciales. De esta manera, se repone el líquido perdido en las heces (popó) y los vómitos. El suero no corta la diarrea.

Para prepararlo tenga a la mano:

  •  Una cuchara–medidora limpia
  •  Un vaso normal de 200 ml con agua filtrada o hervida

  •  Sal y azúcar

Después de lavarse bien las manos, llenar un vaso con agua limpia, hervida o filtrada (200 ml). Con la cuchara–medidora, echar en el vaso una medida pequeña y rasa de sal, y dos medidas grandes y rasas de azúcar, revolviendo bien hasta disolverlas.

Además de enseñar a los padres a preparar el suero casero, debe orientarlos para que se lo den en pequeñas cantidades al niño con diarrea y observen si hay señales de mejoría.

El suero se debe dar con cuchara o en un vaso. La cantidad preparada se debe tomar dentro de las 24 horas. Si el bebé necesita tomar suero durante más días, hay que preparar una nueva cantidad cada día.

Algunos niños no quieren tomar el suero. Explíquele a la madre que debe insistir sin forzar. Ella puede platicar con el niño, diciendo que el suero le hará bien, que se va a mejorar muy pronto y que como lo quiere mucho, no quiere verlo enfermito.

Además de tomar el suero, el niño debe continuar con su alimentación normal. Si continúa comiendo, sanará más pronto de la diarrea, no perderá peso y tendrá menos complicaciones.

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